Tal y como comentábamos en la presentación de Legaltechies, queremos hablar con los creadores y autores de proyectos legaltech, ya sean nacionales o internacionales, para conocer a las personas y equipos que impulsan este tipo de proyectos.
Al fin y al cabo, si bien la Legaltech es una rama muy pujante del Derecho, se encuentra todavía en una fase inicial que requiere soporte y visibilidad para todas las iniciativas que surjan en este ámbito.
De ahí la intención de dar a conocer desde estas páginas proyectos, iniciativas y empresas Legaltech que resulten interesantes y de la mano de sus responsables.
Hechas las presentaciones, comienza esta nueva sección «Entrevista con los legaltechies de…» con Abogalista, uno de los marketplaces jurídicos del mercado español. Es decir, plataformas de intermediación entre abogados y potenciales clientes.
Nos acompaña hoy Juan Antonio Suanzes, CEO de Abogalista, al que le agradecemos su participación. 🙂

¡Vamos con la entrevista y hasta la siguiente!
¿Quién es Juan Antonio Suanzes?
Abogado, emprendedor vocacional, felizmente casado y padre de cuatro niñas y un niño. Me considero una persona extremadamente observadora; disfruto contemplando y desmenuzando los comportamientos de personas, cosas y eventos con los que me topo, descubriendo en que fallan y como pueden mejorarse. Creo que por este motivo he estado metido en proyectos tan distintos como: una patente para corregir las orejas de soplillo, un sistema para manejar el teléfono móvil sólo con la voz y el oído, una cantera de jugadores de futbol africanos que fichaban por equipos españoles y revertían parte de sus ingresos en sus localidades de origen, y ahora Abogalista.
Estudié Derecho y me especialicé en Penal. Ejercí unos años en varios despachos de la capital. Lo cierto es que no se me daba nada mal, pero en ningún momento vibré con la profesión tal y como sí veía que lo hacían otros compañeros, por lo que ya desde el inicio me esforcé por dedicar más tiempo a la gestión del despacho y la captación de clientes que a las tareas propias del abogado.
De esta forma pude trabajar en profundidad las diferentes vías de promoción de un despacho, poniendo especial interés en las digitales, que ya en 2007 tenía claro que serían las que marcarían la diferencia. Probé todo tipo de servicios de publicidad y me registré largas temporadas en todos los marketplaces que existían entonces; lo hice como cliente, abogado freemium y premium, y las conclusiones a las que llegué fueron que:
En 2007, el canal de promoción más utilizado por los abogados era las Páginas Amarillas, y el más novedoso, su versión digital. Adwords era un desconocido que les daba miedo.
En cuanto a los marketplaces pude advertir varias deficiencias en sus procesos y constatar que 7 de cada 10 clientes que cruzaban la puerta de mi despacho buscaban previamente información en la red y no se fiaban de lo que encontraban.
Estaba claro que había una oportunidad y lo que ya existía no estaba funcionando bien. Por eso, uno de los pilares fundacionales de Abogalista fue la transparencia, no enseñar logos sino caras de abogados junto a su número de colegiado. Fue muy curioso ver cómo, cuando empezamos a tener cierta relevancia, todos aquellos directorios en los que estaba registrado empezaron a recomendar enérgicamente a sus abogados que utilizaran fotos personales.

¿Qué es Abogalista?
Abogalista es un buscador de abogados recomendados.
Es la forma más sencilla de buscar el abogado especialista más idóneo y cercano. Los usuarios que nos visitan pueden comparar varias opciones de acuerdo con criterios de geolocalización, especialidad, experiencia y precio, y escoger la opción que más se ajuste a su caso. Puede que duden entre varios abogados y contactar con todos ellos a través de un mensaje común para tomar la decisión con más elementos de juicio.
Los abogados aparecen en el buscador en función de la cantidad y calidad de las opiniones recibidas por los usuarios, los cuales, tras recibir el asesoramiento del abogado, emiten su opinión valorando diferentes aspectos de su actuación profesional.
Es por eso que aplicamos distintos sistemas para comprobar la veracidad de las opiniones con el apercibimiento de recibir sanciones o incluso la expulsión de la plataforma.
El usuario podrá cambiar esa opinión siempre que quiera, ya que esta opinión se puede basar en el asesoramiento que recibió en primera instancia, pero puede querer cambiarla de acuerdo con los efectos o resultados de ese asesoramiento.
En Abogalista no existen los abogados destacados, no reciben más potenciales clientes aquellos abogados que más pagan sino los mejores, los que mejores opiniones han cosechado.
Recientemente hemos dado entrada a los procuradores que deseen promocionarse en la plataforma, pero en condiciones distintas a los abogados. Por el momento las plazas son limitadas a 350, para conseguir así una proporcionalidad adecuada entre el número de abogados y procuradores. Está siendo un éxito con más de 200 plazas ya cubiertas.
¿Qué motiva el nacimiento de Abogalista?
Además del estudio de mercado sui generis mencionado más arriba, hay una gran motivación personal detrás de este proyecto cuyo origen se encuentra en mi experiencia profesional como abogado.
Por un lado compartí mesa con grandes profesionales pero mal avenidos empresarios, a los que sorprendentemente les costaba llegar a fin de mes. Y por otro lado me crucé con otros abogados menos expertos, dicho educadamente, pero con amplias capacidades comerciales que lo suplían, y gracias a las cuales, en cualquiera de los actuales rankings superarían a los primeros por volumen de ingresos.
A Abogalista le motiva inclinar esa balanza en favor de los buenos profesionales. Dar soporte empresarial y sobretodo comercial a todos aquellos abogados que solo quieren dedicar su tiempo a lo que les gusta, ejercer su profesión. Dotar a los abogados de las armas tecnológicas necesarias para que puedan mantenerse a flote ante la tecno-tormenta inteligente y en bloques que se avecina, y ejercer de coolhunters para cazar, valga la redundancia, todas aquellas tendencias que generarán nuevos nichos de mercado donde el orden de llegada es muy relevante.
¿Cuáles fueron las vías de financiación usadas para poner en marcha el proyecto?
Al empezar con este proyecto me autoimpuse dos normas en cuanto a la financiación:
1) No poner ni un euro propio, ya que lo que yo aportaba era todo mi tiempo, dedicación y profundos conocimientos del sector; 2) No pedir nunca dinero al banco.
El caso es que entonces, de entre las fuentes de financiación más populares, solo me quedaban las tres FFF (Nota: en inglés Friends, family and fools), acudir a capital semilla y/o pedir un préstamo participativo ENISA. No me voy a extender, pero no soy partidario de las tres FFF por muy seguro que esté.
En cuanto a mi experiencia con las incubadoras y fondos de inversión, en mi caso concreto no fue nada buena. Normalmente son generalistas y les cuesta entender un proyecto tan especializado, y si acudes a un fondo que sí conoce el sector corres el riesgo de que te roben la idea, en fin… ENISA sin la combinación con alguno de los anteriores no suele funcionar.
Tuve la suerte de descubrir una cuarta opción, que son los profesionales inversores, que no inversores profesionales. Estos son profesionales destacados en un área concreta de la empresa, que además de la inversión aportan sus valiosos conocimientos. Estos no se dedican a invertir como actividad principal, por lo que son mucho menos quisquillosos. Para mí la mejor opción, aun habiendo tenido que completarla con fondos propios.
Bien es cierto que para rondas más avanzadas el capital riesgo puede encajar mejor que otras vías, pero ya llegas en unas circunstancias muy distintas y con una posición más sólida y experimentada. De hecho actualmente estamos en conversaciones con varios fondos para una próxima fase que esperemos llegue a buen puerto.
¿Cuál es el modelo de negocio de Abogalista?
El abogado puede adquirir créditos para ver los datos de contacto del usuario, el cual se ha puesto en contacto con él a través de un mensaje. Compra así el abogado una ventaja competitiva frente a los demás abogados que reciben ese mensaje.
Normalmente un usuario contacta con varios abogados al mismo tiempo para plantearles el caso y tener varios puntos de vista, valorar distintos presupuestos, etc. Todos los abogados que han recibido su mensaje pueden responderle por escrito y gratis, pero sólo uno de ellos podrá ver los datos de contacto del usuario y llamarle por teléfono, por ejemplo.
El abogado adquiere esa ventaja y el usuario hace la elección de su abogado valorando todos los datos de los que dispone. Creemos que este es el sistema más justo.

Operáis en uno de los nichos de la legaltech española más reñidos, el de los marketplaces jurídicos, ¿cómo marcáis la diferencia?
Sencillo. Somos el único marketplace de abogados que no hace reventa de los leads que obtiene en Google y RRSS. Nosotros no compramos clientes a Google por 5 y los vendemos al mejor postor por 9,95, sino que de forma gratuita ponemos en contacto a gente que necesita asistencia legal, con los mejores abogados y más adecuados en cada caso. Y de esta forma, sacando el precio de la ecuación, somos más objetivos y no condicionamos la elección de abogado.
Esta estrategia basada en la calidad del servicio y la satisfacción del cliente es la que estamos seguros que hará que nuestro público objetivo se decante por nosotros para volver a visitarnos. Nuestras métricas en constante ascenso nos avalan; es más, estamos seguros que en dos o tres años la inmensa mayoría de competidores tampoco venderán leads.
Esta es la principal diferencia, pero hay muchas otras. Somos una plataforma abierta que muestra a sus abogados para que el usuario compare con criterios de proximidad, precio, opiniones, años de experiencia. Somos transparentes en la elección del abogado, no le imponemos al usuario al abogado que más pague. No somos un simple directorio, sino que aspiramos a ser una comunidad legal colaborativa.
¿Por qué un servicio como Abogalista puede ayudar a un abogado a darse a conocer?
A día de hoy ya son decenas de miles los usuarios que nos visitan todos los meses y nos han dejado más de 63.500 asuntos. Mes a mes crecemos en posicionamiento y atraemos mayor número de potenciales clientes. Por lo tanto, Abogalista es un directorio en el que todo abogado debería estar; ya no sólo por estas cifras, sino porque estamos seguros que a medio plazo seremos el portal de referencia a la hora de contactar con un abogado y sinónimo de excelencia en la prestación de servicios jurídicos.
De todas formas nunca ha sido nuestro objetivo prioritario tener decenas de miles de abogados, no queremos vendernos como la mayor plataforma de abogados, sin duda apostamos por la calidad y no por la cantidad.
Además, hoy por hoy, aunque en aumento, las entradas de usuarios interesados en buscar abogado por Internet son limitadas, no puedes proporcionar contactos a tantos abogados. Nos inclinamos por hacer participes de nuestra plataforma a todos los abogados que la componen y no sólo a esos 500 a los que les podemos vender un servicio quedando el resto como relleno.
¿Qué opinión te merece el estado de la legaltech española?
Creo que es unánime la opinión de que en este último año la legaltech española ha pegado un importante estirón superando ya el centenar de proyectos en marcha. También creo que coincidimos todos en que, salvo honrosas y prometedoras excepciones que sobre todo acaparan los grandes despachos, la profundidad de los proyectos aún no es la deseada, más aún si nos comparamos con lo que estamos viendo en otros países.
Creo que no es solo relevante que la legaltech española sea aún muy joven, sino además, que una amplia mayoría de abogados ni conoce ni quiere conocer estas tecnologías, sea por la razón que sea y algunas muy legítimas.
Existe una brecha importante entres estos últimos y otro grupo cada vez más numeroso compuesto por abogados millennials y seniors aficionados a la tecnología. A estos les gusta estar al día y probar y aplicar cualquier avance al que tenga acceso.
Mucho se ha especulado con el devastador efecto que provocarán estas nuevas tecnologías destruyendo puestos de trabajo para ser sustituidos por programas informáticos. Yo sinceramente no creo que vaya a ser tan devastador. Creo que habrá unos años de adaptación con muchas turbulencias, pero finalmente la mayoría de los abogados se adaptarán al cambio.
Eso sí, estoy seguro que si se pierden puestos de trabajo sin duda pertenecerán a ese grupo de reacios a conocer y aplicar legaltech. Salvo que pertenezcan a Abogalista, claro está. En ese caso nosotros les acompañaremos en la entrada a esta nueva etapa digital.
ya no funciona la web, han debido de cerrar, me gustaría saber qué paso.