Blockchain es seguramente una de las tecnologías más de moda en la actualidad, resultando muy alto el interés y nivel de inversión en proyectos relacionados. Véase como una última muestra el fenómeno de las ICO o Initial Coin Offerings.

Obviamente, el sector legal no es ajeno al universo blockchain. Pero no simplemente a efectos de estudiar las particularidades legales que la tecnología pueda generar, sino a efectos de aplicar soluciones blockchain y sus ventajas en materia legal.

En la actualidad probablemente el campo de los contratos inteligentes o smart contracts sea una de las áreas que mayor interés ha generado en el sector legal respecto a la aplicación de blockchain (por si alguien tiene curiosidad sobre los contratos inteligentes, ya escribí sobre ellos largo y tendido el año pasado).

De hecho, este año han surgido un considerable número de iniciativas blockchain especialmente enfocadas al sector jurídico. Sin embargo, no me refiero con ello a proyectos en los que el papel de los operadores jurídicos puede ser muy importante. Por ejemplo, existen múltiples proyectos relativos a la creación de registros catastrales sobre blockchain.

Su motivación radica en que casi el 70% de la población mundial carece de la posibilidad de acceder a un título de propiedad sobre su tierra. Además, llevar un control de esos títulos es un proceso normalmente muy manual, laborioso y burocrático. Resultando un problema más complejo de lo que parece poner de acuerdo a todas las partes implicadas en cada fase de la transacción de una propiedad, a la vez que se deja constancia registral de fiar de todo ello.

Por ello hay ya en marcha, normalmente todavía en fase de pruebas, proyectos consistentes en crear un registro catastral sobre blockchain en países como Ghana, Suecia, HondurasReino Unido, Georgia, Ucrania o Brasil.

Sin embargo, el tipo de proyectos blockchain a los que me refiero están muy enfocados en el sector legal.

Por ejemplo, Agrello es una empresa de Estonia formada por abogados y tecnólogos que ha lanzado una plataforma para la creación de smart contracts. Pero es que además han creado su propio token, llamado DELTA, y con ello lanzaron la primera ICO del sector legal, obteniendo en menos de un mes 34 millones de dólares.

No es la única ICO enfocada al sector legal que veremos este año, ya que LawBot (el bot legal creado por estudiantes de la universidad de Cambridge) tiene pensado lanzar su propia ICO a finales de este año.

Pero al margen de las ICOs, están naciendo numerosas plataformas para que abogados creen contratos inteligentes. Ya hemos mencionado el caso de Agrello, pero también tenemos la iniciativa suiza-norteamericana OpenLaw, basado en Ethereum y que incluso ofrece sus propias plantillas. Además, Smartcontract (que también permite la creación de contratos inteligentes) lanza próximamente su nueva funcionalidad LINK Network, pre-sale incluida, con la idea de resolver el problema de la interperabilidad entre cadenas de bloques. Sin olvidar a BlockCAT, otro servicio para crear y gestionar contratos inteligentes sin necesidad de saber programar y enfocado casi al usuario común.

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«Accord Project», uno de los consorcios sobre contratos inteligentes

Por si esto no bastara, tenemos dos autodenominados consorcios en materia de contratos inteligentes para el mercado legal. Por un lado está Accord bajo Hyperledger de IBM y con varias compañías tecnológicas y firmas legales a la cabeza, como Cooley. Por otro lado tenemos el Global Legal Blockchain Consortium, con IBM Watson Legal presente y bajo una nueva plataforma blockchain llamada Integra Ledger, en principio especialmente pensada para el sector legal.

A todo ello hay que sumar que la semana pasada se incorporaron al Grupo de Trabajo de la Industria Legal de la Enterprise Ethereum Alliance, la versión de Ethereum por y para empresas, hasta 10 despachos de abogados (como por ejemplo Hogan Lovells) y varias facultades de Derecho (aquí la lista completa).

Y por si no hubiera suficiente, tenemos incluso una auditora de contratos inteligentes de la mano de Solidified.

Por tanto, ahora mismo tenemos tres grandes plataformas compitiendo en materia de contratos inteligentes para el sector legal, OpenLaw, Accord y el Global Legal Blockchain Consortium. A su vez, otras iniciativas más «particulares» como Agrello, Smartcontract o incluso Lawbot buscan su parte del pastel. Y todo ello sin olvidar la participación cada vez más activa de firmas legales en materia de blockchain como demuestran el caso de la Enterprise Ethereum Alliance y su grupo de trabajo específico y las iniciativas particulares de firmas como Linklaters, Deloitte o Seal.

Definitivamente algo se está moviendo en materia de blockchain, contratos inteligentes y sector legal.

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